La palabra coach es archiconocida en
los últimos tiempos. Ahora llega el coach docente, en el que el profesor se
convierte en el entrenador que trabaja para mejorar el ambiente en el aula,
fortalecer las competencias de sus alumnos y, en definitiva, luchar para
combatir el fracaso escolar. ¿Cómo tiene que ser un buen coach docente? ¿Cuáles
son sus principales características?
Si bien el
ambiente familiar debe ser el adecuado para motivar a los niños en el estudio,
los profesores juegan un papel fundamental hasta el punto de que puede llegar a
depender de ellos que los niños sean reacios con una materia. A más de alguno
os habrá pasado que habéis llegado a odiar una asignatura por no estar a gusto
o motivados con el profesor. Por ello, cada vez hay más cursos y masters en este
ámbito del coaching educativo. Crear un ambiente de emociones positivas en la
clase es un factor fundamental.
Características
de un buen coach
La empatía
y la capacidad de escucha son cualidades básicas de un buen coach, pues
su misión es ayudar a los estudiantes a fortalecer su autoestima, su motivación
y, por ende, ayudarles a que mejoren sus resultados académicos. Aunque el
trabajo más persistente radica en los alumnos con mayores dificultades frente
al curso, el coach no debe olvidar al resto para que no bajen la guardia y
mantengan su motivación.
Coaching de uno
a uno
Cada alumno es
diferente y precisa de distintos refuerzos que le ayuden en sus necesidades
escolares. Un caso que requiere coaching individualizado es, por ejemplo, los casos
en los que los alumnos están a punto de tirar la toalla en sus estudios. Evitar el
abandono escolar es una tarea más delicada que ha de basarse en hacerle ver al
alumno que puede, que tiene buenas capacidades y que puede superar el curso.
Está claro que no todos somos buenos en todo y que nadie nace sabiendo, todos
necesitamos aprender y cada uno destaca en algo. Lo importante es
fortalecer en lo que uno es bueno porque en el futuro, los alumnos también
deberán destacar en algo en el lugar donde trabajen.
Por el momento,
aún hay pocos centros que aplican esta técnica ya que, siempre que se puede,
también conviene implicar a los padres en el proceso de coaching. Lo que se
trabaje en el aula es importante mantenerlo en casa y viceversa, de ahí que la
tarea sea casi sinérgica entre padres y profesores.
Felicidades! continuar publicando
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